Cuidado a domicilio

Mantener la comunicación

Mantener la comunicación con un enfermo con deterioro cognitivo no es una tarea fácil, va a requerir de observación, esfuerzo y paciencia. La comunicación forma parte de los cuidados así como la atención que prestamos a la alimentación, el vestuario, la salud.

El deseo de cuidar en el domicilio en un entorno familiar no es un trabajo que se debiera emprender en solitario pensando en la salud física y mental de la cuidadora o cuidador. Siempre hay que tener presente que los cuidadores ya sean externos o de la propia familia tienen la obligación ante todo de salvaguardar su propia salud para poder “cuidar» a otro. En la medida de lo posible hay que intentar el equilibrio.

La comunicación deja de ser fluida a medida que el deterioro aumenta, habrá momentos en que olviden palabras o las cambian por otras, emitan sonidos molestos y su lenguaje empiece a ser errático o simplemente se mantengan callados.

Lo peor que se puede hacer es pensar en que si no hablan como nosotros, ya no se expresan, ni sienten, ni entienden. Lo cierto es sí que lo hacen, a su manera, durante una etapa de la enfermedad esa necesidad de comunicación estará presente y variará según cada persona.

La observación es fundamental en la tarea del cuidado, tanto para prevenir como para mantener a la persona conectada con su entorno. Algunas formas de lograrlo son más efectivas que otras aquí señaló algunas:

  • Utilizar aquellas acciones que producen una reacción positiva en ellos.
  • Evitar gritos aunque hayan momentos en que estemos alterados, si no nos oyen es recomendable acercarnos al oido donde mejor nos oye hasta encontrar el tono adecuado.
  • Evitar tratarlos como a niños
  • Aunque seamos conscientes de que el enfermo no nos entiende, nunca hay que dejar de hablar con ellos.

Ante una respuesta incoherente o emite una mezcla de palabras o sonidos incomprensibles es recomendable imaginar que nos ha respondido correctamente y reforzar afirmativamente que le hemos entendido. Por ejemplo:
Preguntamos: ¿Quieres sopa?
Respuesta: No comprensible
Refuerzo: Vale te daré un poco para que la pruebes, observamos su reacción.

  • Siempre hay que hablarles mirándoles a los ojos y establecer un contacto físico con ellos mientras se les habla, cogerle la mano, tocarle de alguna manera, procurando no asustarle, ya que, muy probablemente debido a la pérdida de memoria podría no conocernos.

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